Conjunto Arquitectónico

Destaca sobre el contexto urbano la esbelta torre que con casi el doble de la altura del templo se alza en el sitio más próximo a la av. El Bosque Sur. Se trata de un prisma de base rectangular, al que se adhiere en una de sus aristas un cubo de hormigón, adornado por un águila en altorelieve. Este pequeño volumen se muestra como un púlpito exterior al que se llega a través de la escalera de la torre.

Campanario

Como un recurso destinado a minimizar el efecto de la acción del viento y a iluminar la escalera, todas las caras de la torre están perforadas con pequeños orificios cuadrados cerrados con una malla metálica; ellos configuran una textura regular que se combina con una cantería que la divide en cinco cuerpos, al margen de un sexto que constituye la base y cuya materialidad y tratamiento es algo diferente; los tres centrales son de la misma dimensión, en tanto que los dos extremos son más altos y contienen algunos elementos que los hacen diferentes: el inferior, una puerta celeste ubicada en la cara norte, de la que parte un corta escalera con peldaños en voladizo y una baranda metálica que se asemeja en su tratamiento a la verja del perímetro; el superior concluye en un minarete cubierto por un techo piramidal de metal; está compuesto de 7 arcos en las caras largas y 5 en las cortas, cuyas jambas son de color claro para reforzar la planaridad de sus caras.

Atrio

Un amplio atrio se proyecta desde la calle hasta la fachada frontal del templo; su piso tiene un tratamiento geométrico en base a bloques cuadrados de piedrecilla de río combinados con bandas de cemento liso. Está limitado lateralmente por unas arcadas que configuran en planta un trazado ortogonal que delimita ámbitos como el atrio o un patio con árboles, y cuya sucesión repetitiva de arcos amplía las perspectivas visuales. Configura una plataforma situada a un nivel de 1.20 cm. sobre el de la calle que da lugar a una división de la explanada exterior en dos áreas unidas por una amplia escalinata que ocupa todo el ancho del atrio.

El Templo

Al fondo, el templo se muestra como un gran pórtico compuesto por tres arcos de medio punto rematados por una suerte de arquitrave que responde a la forma de la cubierta; a sus lados se adosan dos volúmenes bajos que inscriben unos arcos que forman parte de las arcadas laterales. La puerta de ingreso está hecha de metal y sus dos hojas están adornadas con tres placas cuadradas con relieves dorados sobre fondo celeste. Sus 3 m de altura suponen un dramático cambio de escala frente el triple arco que lo precede, a la manera de un pórtico separado del plano de la fachada. Interiormente otra puerta de madera, del mismo ancho, da paso a la nave principal del templo. Entre ellas y prolongándose hacia adelante, hasta un triple arco rematado por una balaustrada, se encuentra el coro, que ocupa todo el ancho de la nave central.

Nave Central

Atravesado el umbral la nave se prolonga hasta culminar en el ábside coronado por una media cúpula. Su longitud se acrecienta por el efecto visual de la repetición de bancas, columnas, arcos, ventanas y serchas, dispuestas en rítmica sucesión en la que prima la simetría del conjunto. El piso continúa un tratamiento en bloques cuadrados de mármol granítico ribeteado con unos finos perfiles metálicos. Las naves laterales se separan de la central con unos pórticos compuestos por ocho altos arcos de medio punto, que coinciden transversalmente con el tratamiento de aberturas de las fachadas laterales; estas se componen de un alto zócalo revestido con mármol, un friso de igual altura del zócalo con pinturas de fray Pedro de Subercaseux, y encima, unas ventanas alargadas sobre cuyo dintel descansa la cubierta.

Presbiterio

El presbiterio ocupa la totalidad del transepto y se eleva a 0,60 m.. sobre el nivel de la nave. Está flanqueado por dos cubos de mármol, uno que sirve de pedestal para la imagen de la Virgen y el segundo que sirve como púlpito. El altar se alza unos peldaños más arriba y está coronado por un disco metálico. La cubierta del transepto se compone de una doble cercha de madera que soporta una cubierta a cuatro aguas con limatesas perpendiculares a los muros y limahoyas en las diagonales. Los muros contienen un juego de 13 estrechas ventanas rematadas en arco que se disponen siguiendo la forma en V de la cubierta cuyos vidrios, de color tiñen el interior de amarillo.

Naves Transversales

Las naves transversales son simétricas, están al mismo nivel de la nave central aunque son de menor altura. Concluyen con un pequeño cuerpo adosado a su cara externa, diferenciado tan sólo por la menor altura de su cubierta. En el muro poniente, que corresponde al fondo del altar, ambas contienen un absidiolo iluminado por una ventana alta. La nave sur contiene el coro y en su parte inferior se divide entre el sagrario y una cripta.

Se emplearon para su acabado dos colores, uno guinda, que domina la casi totalidad de los muros y el otro, de color cemento, que ocupa las partes inferiores como zócalos y arcadas. El primero de ellos constituye el sello distintivo de este proyecto. En el interior, frente a la casi monocromía del conjunto resaltan las pinturas murales. Los cielos adoptan un colorido de ocres, verdes y naranjas saturados que configuran motivos geométricos que se combinan con la estructura de madera vista de las cubiertas. Desde el exterior se distingue en ellas las distintas alturas de los espacios interiores; la más alta corresponde a la nave central, que está flanqueada por los techos algo más bajos de las naves menores y de las transversales; sobre el conjunto, destaca la cubierta del transepto, que a la manera de una linterna, sobresale del resto con su complicada geometría, en la que todas las partes altas: crucero, nave mayor, naves transversales y torre, están coronadas con una cruz de metal.

El Baptisterio

El baptisterio, está situado a un lado del atrio, y se accede a él siguiendo un corredor lateral a la puerta del templo. Se trata de un cilíndrico coronado por una cubierta cónica al que se adosa un volumen cuadrangular por el que se ingresa y que por su luminosidad contrasta con la oscuridad del baptisterio. Se trata de un espacio circular en cuyo centro y dispuesta en un suelo rehundido rodeado por un triple peldaño se halla la pila bautismal labrada en piedra. Los muros están adornados con coloridas pinturas con temas alusivos al bautismo de cristo y en su parte superior hay una hilera de ventanas que tiñen el interior de amarillo. El cielo forma una cúpula en la que ocho ángeles unen sus brazos en torno a un disco dorado, intercalando sus cuerpos con las inscripciones de los sacramentos.

En conjunto destaca la homogeneidad de su tratamiento formal que evoca algo de la arquitectura neorománica de la Italia de los años 30, estando compuesto por tres elementos principales: la iglesia con su planta en cruz latina; la torre, esbelta y de gran escala; y el baptisterio, con su geometría pura. A estos se suman otras dependencias que se interconectan con el templo a través de un juego de patios y arcadas.

Información proporcionada por

Fernando Pérez. Facultad de Arquitectura y Bellas Artes. 1994

Fuente

Investigación FONDECYT: Medio Siglo de Arquitectura en Chile a través de sus Iglesias y Capillas. Fernando Pérez. Facultad de Arquitectura y Bellas Artes.

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