No por nada agosto es el “Mes de la Solidaridad”, el 18 de agosto de 1952 murió San Alberto Hurtado quien nos dejó no solo el legado del Hogar de Cristo. También nos dejó esa sensibilización de preocuparnos por nuestro prójimo. Ese prójimo más cercano, nuestro vecino, nuestro hermano, nuestro amigo.
En nuestra comunidad existen niños que por la pandemia no han podido ir a clases y olvidaron leer o sumar, padres de familia que perdieron su trabajo, personas enfermas y sus cercanos que sufren por esto, adultos mayores que se encuentran solos y necesitan ayuda, a veces económica, alimentos o cosas sencillas como ayudarlos a hacer las compras.
Te invitamos a volver nuestra mirada a aquellos que nos necesitan, no necesitamos hacer grandes obras, sino que ser solidarios en la cotidianidad y con nuestros cercanos, vecinos o amigos.
Como una reflexión para este mes ¿que haría Cristo en mi lugar?